viernes, 30 de diciembre de 2011

sueños de los que no te quieres despertar

Hace algunas noches volví a soñar lo mismo, lo mismo no, pero también era ese utópico mundo en el que todo salía cómo tú mismo planearías.
Yo era invisible, no sé por qué, pero lo era.
Me acerqué a ese olor, del que por mucho que intentes, no puedes desengancharte, y lo vi pasar de lejos. Luego, no sé por qué (eso es lo mágico de los sueños) estaba a su lado, no sé ni dónde ni qué hacía, tampoco quería saberlo, estaba a su lado.
Sabía que era un sueño, y me puse triste al descubrirlo. Y él se dio cuenta, en el sueño, y me habló a pesar de ser invisible, me dijo que sabía que estaba allí y que quería que no me fuese, fuera o no invisible.
Entonces, desperté. Había sido un sueño de tantos.
Pero, al fin y al cabo, todos vivimos a caballo entre nuestros sueños y nuestra realidad.

Writing a new history, shortly.

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