lunes, 6 de febrero de 2012

Ana Karenina - Tolstoi

"Wronsky siguió al revisor hasta el vagón y, al entrar, se detuvo, apartándose para dejar pasar a una dama.
Con su percepción de hombre de mundo, le bastó una simple ojeada para darse cuenta de que se trataba de una señora de la más alta aristocracia. Después de murmurar unas palabras de disculpa, se dispuso a entrar en el vagón, sintiendo la necesidad de volver a contemplarla, no porque fuese muy bella ni porque su gracia y elegancia le hubieran cautivado, sino por la ternura y la bondad que se reflejaban en su rostro, lo cual pudo apreciar en el momento en que pasó casi rozándole.
Cuando él la miró, ella volvió al mismo tiempo la cabeza, y sus lindos ojos negros, protegidos por hermosas pestañas, le observaron atentamente, como si le reconociera. Luego empezó a buscar con la vista entre la multitud, tratando de descubrir a alguien."

[- Fas mala cara, ni que fóra dilluns!]

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